Un joven que se había divertido con sus amigos jugando gotcha, sufrió la peor vergüenza de su vida.
Cuando se dirigió a casa para bañarse, se percató que no tenía las llaves para entrar, pero recordó que la ventana del baño de su habitación estaba abierta.
El joven se las ingenio para subir al tercer nivel y efectivamente la ventana del baño estaba abierta.
A través de la pequeña ventana metió la cabeza, pero se quedó atorado.
“Me di cuenta de que no podía sacar mi cabeza y mi pecho no cabía”, explicó Anthony Voskou, quien entró en pánico al no tener espacio para moverse.
Anthony logró pedirle ayuda a su amigo, Christopher para que llamara a su madre, quien luego llamó a los bomberos.
“Estuve atrapado allí durante una hora hasta que finalmente rompieron la ventana y me sacaron”, dijo Anthony, quien ahora se ríe de lo ocurrido.
“Un montón de compañeros, y mis vecinos, todos vinieron a verme”, expresó el joven.