El embajador adjunto norcoreano ante Naciones Unidas, Kim In Ryong, dijo al Comité de Desarme de la Asamblea General que la situación en la península coreana ha llegado a un punto tan álgido que “puede estallar una guerra nuclear en cualquier momento”.
“A menos de que Estados Unidos elimine totalmente su política hostil y su amenaza nuclear, nunca pondremos sobre la mesa de negociación nuestras armas nucleares y nuestros misiles”, afirmó.
El presidente estadounidense, Donald Trump, está enzarzado en una guerra retórica con el líder norcoreano, Kim Jong-Un, y llegó a prometer con “destruir totalmente” Corea del Norte si Pyongyang amenaza a Washington.
El secretario de Estado, Rex Tillerson, afirmó el domingo que Trump quiere evitar una guerra.
Pero el mandatario dijo hace unos días que Tillerson “pierde su tiempo” tratando de rebajar la tensión por la vía diplomática.
Kim anunció que su país está a las puertas de convertirse en potencia nuclear, después de lanzar una serie de misiles y llevar a cabo su sexto ensayo nuclear.
Además, garantizó que todo el territorio estadounidense está a su alcance si Washington “se atreve” a invadir su país.
Kim prometió por otro lado no atacar ningún país que no se una a una fuerza liderada por el gobierno de Trump.
A pesar de la tensión, Estados Unidos inició este lunes 10 días de ejercicios navales -con un portaaviones y dos destructores- conjuntos con Corea del Sur.
Desde que llegó a la Casa Blanca, Trump impuso dos nuevos paquetes de sanciones contra Pyongyang en respuesta a sus pruebas nucleares y ensayos balísticos.