Casi 60 personas murieron el viernes en dos atentados en Afganistán, uno contra la minoría chiita en Kabul y el otro en una mezquita sunita en el centro, dos ataques que cierran una sangrienta semana en el país.
Al menos 39 personas murieron y más de 45 resultaron heridas en un ataque suicida en Kabul, cuando un hombre armado disparó a la multitud de fieles antes de activar una carga explosiva, según las autoridades.
Más de tres horas después, el atentado no fue reivindicado.
En paralelo, un ataque en una mezquita sunita en el centro del país, en la provincia de Ghor, dejó al menos 20 muertos y 10 heridos, según el portavoz del ministerio de Interior, Najib Danish.
El gobernador del distrito en donde se produjo el ataque, Mohsen Danishyar, evocó un balance de 30 muertos pero excluyó un ataque de carácter sectario.
“Un hombre armado ingresó en la mezquita del distrito 13 y disparó contra los peregrinos”, indicó el general Salim Amas de la policía.
El atacante hizo estallar después una carga explosiva en medio de la multitud, en este barrio de mayoría chiita del oeste de la capital.
Semana sangrienta
El atentado precedente a este, que se inscribía ya en una larga serie de ataques contra las mezquitas chiitas en Afganistán, dejó seis muertos el 29 de septiembre en la capital, la víspera de las celebraciones de la ashura, la principal fecha del calendario chiita.
El ataque del viernes no fue objeto de ninguna reivindicación. El grupo yihadista Estado Islámico, compuesto por extremistas sunitas y presente en Afganitán desde 2015, reivindicó la mayoría de esos atentados antichiitas.
Fuente: EFE