El equipo de Zinedine Zidane supera al Eibar en un partido de escaso interés, pero que dejó un golazo para cerrar el marcador
Un autogol de Oliveira superado el primer cuarto de hora puso el partido cuesta abajo para los blancos, que si parecieron esforzarse en algo fue en no derrochar energía.
Salvando una ocasión de Isco en el primer minuto, a pase de Asensio, el Madrid arrancó algo pastoso. El Eibar se permitió incluso probar a Casilla a los cinco minutos, por medio de Jordán, mientras Inui amenazaba con dar más de un dolor de cabeza. Se quedó en nada.
En el minuto 18, mediante un córner lanzado en corto, el centro de Asensio buscó la cabeza de Sergio Ramos, pero encontró la de Oliveira. Diez minutos después, Asensio, a la velocidad del rayo, armó un remate que se filtró entre las piernas de un defensa y superó a Dmitrovic. El balón pasó muy cerca del portero del Eibar, que sin embargo no acertó a atajar.
El Real Madrid iluminó el Bernabéu con un soberbio gol. Benzema, tan cuestionado las últimas semanas por su falta de puntería, apareció para lucir sus mejores virtudes, que no son goleadoras. Primero tocó para la subida de Theo y luego, combinó con Marcelo, que firmó el 3-0 con un remate cruzado.