Un alumno pensó que sería buena idea “hacerle pasar un buen rato” a su profesora, pero ella le respondió de una manera totalmente inesperada.
La catedrática que puso su número de teléfono para ofrecer clases particulares pensó que el alomno requeriría de sus servicios, pero no fue así.
Al intentar enamorarla el estudiante fracasó de manera monumental.