El gobierno boliviano destituyó a la gerente general del principal banco estatal y ordenó la investigación de una treintena de funcionarios, tras el remezón que provocó un desfalco de más de 5 millones de dólares, informaron el martes las autoridades.
El escándalo comenzó el pasado mes, cuando la Fiscalía encarceló a un funcionario de rango intermedio de Banco Unión, que administra las cuentas fiscales de los gobiernos central, departamental y municipal, acusándolo de desvío de dinero.
Cantidad
Luego se descubrió un desfalco de 37,6 millones de bolivianos, equivalente a 5,4 millones de dólares, según estima el Ministerio Público.
El presidente Evo Morales, cuya gestión ha sido enturbiada por denuncias de irregularidades en el manejo de un fondo indígena y de los recursos de la petrolera estatal YPFB, ordenó el lunes la destitución de la gerente general, Marcia Villarroel.
En tanto, la Fiscalía y la entidad bancaria trabajan en recuperar el dinero desviado por el jefe de operaciones, Franz Pari, quien se dio una vida de lujos excéntricos en los últimos meses y de gastos para enamorar a una bailarina argentina, según las indagaciones.
Declaración
“En la ampliación de la investigación se ha convocado a 35 funcionarios para que presten su declaración ante la Fiscalía”, afirmó el martes a la prensa local el abogado de Banco Unión, Aldo Burgos.
El jurista acotó que “también se han entregado (a la Fiscalía) los resultados de una auditoría donde se determina la responsabilidad de cada persona en el banco, en este caso de desfalco”.
El nuevo gerente de la entidad, Rolando Marín, dijo que “seguramente se va a cambiar la dirección del Banco respecto a la parte ejecutiva, que tendrá su trabajo en reforzar las medidas de seguridad”.
El Estado compró las acciones privadas de Banco Unión en 2010 para convertirlo en facilitador de las operaciones financieras de la administración pública.
Según el gobierno, en 2006 tenía un patrimonio de 26 millones de dólares para subir 10 años después a 245 millones de dólares.
El número de clientes creció entre esos años de 89.000 a 1,1 millones de personas, mientras que su cartera de créditos pasó de 201 millones de dólares a 1.855 millones de dólares.