Una novia ha confesado que le rompieron el dedo pequeño y los tendones, para poder calzar los zapatos de su boda.
Stephanie Househam, de 30 años, de Grimsby, no había podido usar zapatillas después de nacer con “una garra” en el pie izquierdo.Pero cuando se comprometió a casarse con David Pearson, de 45 años, ella decidió tomar medidas drásticas y pasar por una cirugía para usar zapatos de tacón.
Ella explicó: “Mi dedo del pie nunca tocó el suelo en absoluto. Fue bastante embarazoso. No es muy bonito, tenía un espacio entre un dedo y otro”.
“Siempre usaba entrenadores, incluso de vacaciones en la playa. Sin embargo, ¡no podía usarlos exactamente cuando me estaba casando!, así que tomé la decisión”, agregó.