El director de una controvertida película japonesa que retrata la vida de tres actrices de cine porno espera que el filme sirva para combatir “los prejuicios” contra esta industria.
La película “The Lowlife” de Takahisa Zeze, una adaptación de la novela erótica de la actriz porno Mana Sakura, fue proyectada esta semana en el Festival de Cine de Tokio.
“La película trata de la gente que busca un lugar en el mundo, que busca su identidad”, dijo Zeze en una entrevista a la AFP.
“No creo que cuando comenzamos la película hubiera una búsqueda urgente para destruir los tabús. Pero ojalá podamos de alguna forma ayudar a romper los prejuicios que todavía existen con respecto al porno”, afirmó.
Como ejemplo, el director contó que algunas actrices rechazaron los papeles.
“No les molestaba quitarse la ropa pero no se sentían cómodas interpretando a una actriz porno”, dijo.
El trabajo de Zeze busca ahondar en las fibras sentimentales por lo que los espectadores que esperen una lección moral podrían salir decepcionados. La película evita criticar a la industria, eludiendo las acusaciones de que las actrices sean explotadas.
Incluso cuando Miho, un ama de casa frustrada interpretada por Ayano Moriguchi, debuta con incomodidad como actriz porno, no hay indicios de que este tipo de mujeres sean una presa fácil para la industria.
“En mi corazón, quizás yo no quise centrarme en el lado oscuro de este negocio”, dijo la autora de la novela.
“Obviamente no todos están felices, como en la mayoría de los trabajados”, dijo esta exmodelo de trajes de baño.
En la película tampoco todos son felices.
“Me parece que muchas veces la gente quiere sacar la conclusión de que todas las actrices porno son infelices. Bueno, yo no soy infeliz y quería concentrarme en la vida diaria, más en la luz que en la oscuridad”, afirmó.