El programa busca explorar las posibilidades más allá de las estrictas restricciones que hoy existen en Estados Unidos, centrándose particularmente en vuelos nocturnos, sobre áreas no habitadas, cuando el dron no es visible por quien lo dirige, y en el envío de paquetes.
Esta última posibilidad podría abrir la puerta a la entrega de mercancía a través de drones, algo que han considerado gigantes como Alphabet, empresa matriz de Google, o Amazon.
La secretaria de Transporte Elaine Chao, que está a cargo de este programa, también estudiará métodos para evitar colisiones y tecnologías para enfrentar las amenazas que plantean los sistemas aéreos no tripulados (UAS).
“Comparados con los sistemas que emplean un piloto a bordo, los UAS ofrecen posibilidades innovadoras y baratas para usos públicos y privados”, dijo el presidente Donald Trump en un comunicado.
“Los UAS abren la perspectiva de una mayor seguridad para los estadounidenses, una mayor eficiencia y productividad para la industria nacional y la creación de decenas de miles de nuevos trabajos”, agregó.
De acuerdo a Chao, el sector podría crear hasta 100.000 puestos de trabajo y generar unos 82.000 millones de dólares en Estados Unidos en “menos de una década”.