El papa Francisco invitó a expertos de todo el mundo al Vaticano los días 10 y 11 de noviembre para impulsar el desarme nuclear, en un momento de fuerte tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte, informó el lunes la Santa Sede.
“El papa trabaja con determinación para promover las condiciones necesarias que nos permitan vivir en un mundo sin armas nucleares”, anunció el portavoz del Vaticano, Greg Bruke.
Varios premios Nobel de la Paz, entre ellos el egipcio Mohamed El Baradei y el bengalí Muhammad Yunus, participarán el 10 y 11 de noviembre en la conferencia organizada por el Vaticano, la vicesecretaria estadounidense de la OTAN Rose Gottemoeller y representantes de la ONU.
Según el arzobispo Silvano Tomasi, delegado del papa para los asuntos de desarme nuclear, el encuentro comenzó a ser organizado antes de que se desatara la crisis entre Corea del Norte y Estados Unidos.
“Pero es obvio que hoy en día nos enfrentamos al riesgo real de que se use el arma atómica”, reconoció el religioso.
“Las personas que se encuentran en las habitaciones con los botones de mando carecen de equilibrio mental”, agregó en declaraciones al diario italiano La Repubblica.
Titulado “Perspectivas para un mundo libre de armas nucleares y para el desarrollo integral”, el encuentro se ha convertido en una ocasión importante para instar a los líderes políticos a frenar la carrera armamentista.
Francisco, gran defensor de la paz, considera que sólo el diálogo y la negociación representan la respuesta más adecuada a todo conflicto, lo que repitió en abril pasado al ser interrogado sobre las tensiones entre Estados Unidos y Corea del Note por las amenazas de uso de la bomba atómica.
“Hay muchos mediadores. Noruega, por ejemplo, siempre está lista para ayudar”, comentó el pontífice.
La península de Corea está en fuerte tensión desde que el régimen de Pyongyang realizó su sexto ensayo nuclear, además de varios ensayos de misiles balísticos teóricamente capaces de alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.
El líder norcoreano, Kim Jong-Un, y el presidente estadounidense, Donald Trump, se entrecruzan regularmente amenazas verbales de tono bélico e insultos personales.
A principios de octubre, el inquilino de la Casa Blanca hizo una enigmática declaración, al asegurar que “sólo una cosa funcionará” con Corea del Norte, lo que reactivó las especulaciones sobre las posibilidades de un conflicto armado.