Un atentado terrorista, aparentemente de inspiración islámica, causó hoy ocho muertos y más de una decena de heridos por un atropello múltiple en Manhattan perpetrado por un sujeto que fue herido por la Policía y que ha quedado detenido.
Aunque las autoridades sólo han señalado que el sujeto tiene 29 años, medios locales lo identificaron como Sayfullo Saipov, un inmigrante de Uzbekistán que había llegado a Estados Unidos hace siete años.
De acuerdo con los informes oficiales, el sujeto, que conducía una camioneta, irrumpió en un carril para bicicletas en el suroeste de Manhattan y arrolló a la mayoría de las personas a lo largo de unas quince cuadras.
El vehículo terminó chocando contra un autobús escolar y el sujeto salió de la camioneta empuñando una pistola de perdigones y otra de paintball, antes de que recibiera uno o varios disparos en el abdomen y quedara detenido.
Según medios locales, testigos de los hechos oyeron cómo el atacante gritaba “Allahu Akbar” (Alá es grande). La policía sólo confirmó que el sujeto, al salir del vehículo, lanzó algunos gritos que eran “consistentes con la calificación de acto terrorista”.
Según una persona que asegura ser amiga del atacante, Kobiljon Matkarov, el presunto terrorista vivía recientemente en el vecino estado de Nueva Jersey, aunque tenía documentos que indicaban que había residido previamente en la ciudad de Tampa (Florida).
Según el diario The New York Times, los investigadores han encontrado dos notas manuscritas en árabe cerca del vehículo que utilizó Saipov en las que se apunta su fidelidad al grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Las imágenes grabadas en teléfonos móviles y reproducidas por la televisión mostraron al sujeto, con una larga barba, caminando por la calle y portando las dos pistolas.
Bicicletas en el pavimento, heridos y cuerpos cubiertos con sábanas era la escena poco después del atentado, que llenó de asombro y terror a transeúntes, estudiantes y residentes de esa zona.
Decenas de periodistas y de curiosos que captaban en sus móviles la escena abarrotaron la esquina de las calles Chambers y Greenwich del bajo Manhattan, mientras algunos testigos contaban de lo ocurrido, como Chris Vélez.
Seis de las víctimas, todas ellas varones, perecieron en el lugar de los hechos y las otras dos personas murieron mientras eran transportadas a un hospital.
Dos de los heridos son menores que iban en el autobús con el que chocó el vehículo del autor del atentado.
No se ha facilitado una cifra exacta de heridos, pero las autoridades señalaron que entre ellos hay once personas que sufrieron lesiones graves, aunque no está en riesgo su vida, y señalaron que posiblemente haya más personas lesionadas.
El incidente ocurrió horas antes del multitudinario desfile de Halloween, que reúne a miles de personas disfrazadas por las calles del West Village, cercano al lugar del atentado.
No obstante, las autoridades indicaron que el evento se celebraría como habitualmente y con una presencia reforzada de seguridad.
Fuente: EFE