El estadio del FC Barcelona fue escenario este sábado, con motivo del partido de Liga ante el Sevilla, de gestos de apoyo a los políticos independentistas catalanes encarcelados, incluyendo una enorme bandera catalana con la palabra “Justicia” en catalán e inglés.
El Barça y un sector importante de su hinchada solicitaron así la liberación de los ocho miembros del gobierno destituido de Cataluña que quedaron en prisión provisional, entre ellos el despuesto vicepresidente Oriol Junqueras.
Desde la tribuna
Varios grupos de aficionados de la tribuna “de animación” decidieron no ocupar su lugar hasta el minuto 10 de juego, como forma de protesta por la detención de esos ocho políticos y de Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, líderes de asociaciones ciudadanas independentistas también en prisión provisional.
Bajo la lluvia, los aficionados gritaron en repetidas ocasiones “Llibertat” (“Libertad”, en catalán). También se desplegaron en el estadio pancartas en inglés en las que se leía “Libertad para los presos políticos” o “Europa, avergüénzate”.
El estadio del Barcelona ha sido escenario en los últimos años de gestos de apoyo al movimiento independentista.
Destituciones
El gobierno español destituyó al ejecutivo regional de Cataluña, tras recibir la autorización del Senado nacional, a raíz de la proclamación de la “República catalana” el pasado 27 de octubre por parte del Parlamento regional.
El jueves, después de conocerse el encarcelamiento de los políticos, investigados por sedición y rebelión, el FC Barcelona emitió un comunicado para mostrar su “solidaridad con los afectados y sus familias”.
“Ante la excepcionalidad de la situación actual, el FC Barcelona hace un llamamiento a la serenidad y reitera, una vez más, su compromiso con las libertades y los valores democráticos, para construir puentes que ayuden a resolver este conflicto de manera consensuada, pacífica y política”, dijo entonces el club azulgrana.
Pese a su impacto y aura mundial, el Barça se mantiene estrechamente ligado al sentimiento nacionalista catalán, del que fue uno de los principales símbolos desde los años de la dictadura franquista (1939-1975).
En la crisis política actual, el FC Barcelona vio en su última asamblea general cómo un sector de sus socios reclamaban más implicación en la causa separatista y otro rechazaba la politización del club.