Algo bastante extraño es que en pleno 2017 todavía existan personas cuyo trabajo es tomar fotografías de personas famosas (que generalmente son mujeres) que viven sus vidas, en aeropuertos, playas, aparcamientos de supermercados, y vender esas fotos a las organizaciones de medios. Los paparazzi juegan con la idea generalizada de que las celebridades no son como el resto de nosotros, por lo que verlos con celulitis en sus piernas, o que su cuerpo no sea como lo vemos en las películas, revistas, videos musicales, etc. es una mina de oro.
O, al menos, lo era. Las redes sociales, sin embargo, han comenzado a cambiar eso. En primer lugar, los objetivos de los estándares de belleza han ido cambiando debido a que ahora podemos compartir imágenes y a la amplia plataforma proporcionada por servicios como Instagram. Aunque inevitablemente ahora todos publican sus vidas personales, las celebridades ahora están mucho más en contacto con sus fanáticos y tienen mucho más control sobre lo que el mundo ve de ellas. Las celebridades que eligen hacerlo ahora pueden compartir imágenes sin retocar, para que la gente pueda recordar cómo es la piel humana normal antes de que tres personas la hayan borrado y sombreado y la hayan esculpido. Y aquí es donde entra Sia.
Toda la escena de Sia durante la última ola de su carrera en solitario ha sido “¡No me mires, estoy bajo una peluca!” ya sea cantando o haciendo otras apariciones públicas. Pero recientemente, las fotografías invasivas de ella fueron tomadas por los paparazzi, y, según sus palabras, “Al parecer, alguien está tratando de venderle a mis fans fotos mías en donde estoy desnuda”. Entonces, ella hizo lo que tenía que hacer. Compartió una foto desnuda en Twitter e Instagram, mientras también agregó la frase “Todos los días es navidad!” para hacer referencia a su álbum navideño.
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Ella es una de las pocas personas que han compartido desnudos para eliminar la vergüenza causada por los paparazzi (Kim Kardashian, una víctima de una fuga de iCloud, publicó la suya en un libro). No todos tienen que adoptar ese enfoque, pero este es un buen momento para recordarnos a nosotros mismos que estos paparazzi toman estas fotos porque piensan que hay un mercado para ellos. Pero si los famosos publican las fotos por sí mismos, eso elimina el elemento de exclusividad, y eso es lo que hace que estas fotos sean lucrativas. Honestamente, la decisión de Sia es un divertido recordatorio de cuán irrelevantes se vuelven estos “fotógrafos”. Si su trabajo depende de perseguir a las personas en la calle, rodeándolas mientras intentan caminar hacia algún lugar, casi bloqueando su camino hacia un automóvil o puerta y luego haciéndoles sentir preocupados sobre su apariencia cuando las fotos se publican, probablemente ya no debería ser un trabajo.
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