El uso del humor en las redes sociales sirve de herramienta para promover cambios positivos en la sociedad y mejorar la convivencia entre las personas, coincidieron los participantes en el congreso de cultura virtual MemeMx celebrado en la capital mexicana.
“Internet ha hecho mucho más fácil construir una conciencia común”, dijo a Efe el profesor de la Universidad de Harvard Michele Coscia, que investiga el funcionamiento de los memes, esdecir, aquellos mensajes en forma de imagen o vídeo que se propagan de manera viral por la red.
Coscia se mostró “absolutamente convencido” de que los memes pueden generar impactos en la sociedad y defendió que con el paso del tiempo aumentará en internet el contenido viral que “promueve comportamientos positivos”.
Para el investigador, uno de los principales ejemplos de este fenómeno fue la campaña benéfica del “Ice Bucket Challange” (Reto del balde de agua helada), en la que los participantes se filmaban mientras les vertían un cubo de agua helada en la cabeza y difundían el vídeo con el objetivo de recaudar fondos para la lucha contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
La campaña, lanzada en 2014, logró más de mil millones de visualizaciones en internet con la participación de celebridades del mundo de la política, la cultura y el deporte.
Una de las principales claves para lograr una alta difusión en las redes sociales, apuntó el investigador, es el humor: “La característica fundamental de una buena broma es que es inesperada y original. Es una buena manera de conseguir popularidad en internet”, afirmó.
Esta es la estrategia que sigue el mexicano Arturo Hernández, quien ha adquirido popularidad a raíz de su canal “Supercívicos”, una cuenta en redes sociales en la que difunde vídeos satíricos en los que denuncia comportamientos incívicos en la Ciudad de México.
Hernández también participó en el congreso MemeMx, donde declaró que “el principal problema de México no es ni la corrupción ni los políticos, sino la apatía ciudadana que lo permite”.
Ante esto, explicó que el objetivo de sus vídeos humorísticos es el de “despertar a la gente” para que los ciudadanos se sientan “responsables” de lo que pasa a su alrededor.
“Tengo miedo, pero más miedo me da que no hagamos nada”, dijo Hernández en relación a las ocasiones en las que sus parodias le han reportado enfrentamientos con las personas a las que señalaba por tener un comportamiento “incívico”.
Entre sus “videodenuncias” -así es como les llama- más populares destaca una grabación con casi un millón de visualizaciones en la que Hernández logró, haciéndose pasar por Jesucristo, que un concesionario de coches retirara los vehículos que tenía aparcados en la acera impidiendo el paso de los peatones.
Hernández está “orgulloso” de esa actuación, ya que tuvo “un impacto real” y el concesionario en cuestión no ha vuelto a estacionar sus vehículos en zona prohibida.
Sin embargo, el profesor Coscia alertó que el contenido viral y humorístico de internet no siempre tiene por qué generar “impactos positivos”, y señaló que la victoria electoral del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es un ejemplo de ello.
“Durante la campaña, Trump fue muy popular en las redes sociales. Los vídeos sobre Trump eran cada día los más vistos. Por eso me sorprendió que las encuestas dieran ventaja a (Hillary) Clinton, que no era popular en internet”. EFE