Una mujer quedó sorprendida al pedir información sobre un puesto como secretaria de una clínica de fisioterapia.
La profesional aspirante al puesto explicó que tenía diez años de experiencia en la rama a la cual estaba aplicando, pero el empleador le hizo una proposición ajena a lo que ella esperaba.
Al parecer la plaza tenía un “secreto erótico” que sería “compensado” con el sueldo.