Después de 20 minutos, su pulso regresa a una frecuencia normal.
Pasadas ocho horas, los niveles de oxígeno vuelven a la normalidad y los niveles de nicotina y monóxido de carbono se reducen a la mitad.
Luego de 48 horas, no queda nicotina en el cuerpo y mejora la capacidad de saborear y oler. Su riesgo de tener un ataque al corazón comienza a reducirse.
Transcurridas de 2 a 12 semanas, su circulación mejora.
Estando limpio entre 3-9 meses la función pulmonar mejora en un 10% y la tos disminuye.
Después de 1 año, el riesgo de enfermedad cardíaca es la mitad que el de un fumador.
Pasados de 10 años, el riesgo de cáncer de pulmón es la mitad que el de un fumador.
Luego de 15 años, el riesgo de tener un ataque cardíaco es el mismo que el de alguien que nunca ha fumado.