Un hombre de 31 años, dejó una cámara oculta en el sanitario de un restaurante, y nadie las descubrió hasta nueve meses después.
Antony Dines, de 31 años, instaló la cámara de video encubierta en una rejilla del techo dentro del inodoro utilizado en una cafetería al sur de Londres, Inglaterra, con el propósito de cumplir su fetiche.
El oficinista también ocultó otra cámara dentro de un baño de mujeres en el tercer piso de su lugar de trabajo, al oeste de Londres.
Cuando la cámara finalmente fue descubierta, los investigadores vieron el rostro del pervertido y divulgaron su rostro, fue así como lo lograron captura un año después de descubiertas las cámaras.
El hombre se declaró culpable de voyeurismo y ahora espera ser condenado por un tribunal.
“Admitió haber colocado la cámara en febrero de 2016, y permanecer dentro del local viendo a la gente utilizar el inodoro”, dijo un investigador.
Con información de Daily Mail