Un paciente de unos 70 años llegó inconsciente a una sala de urgencias de Florida, Estados Unidos, pero el personal médico se sorprendió al descubrir un aterrador tatuaje.
El hombre tenía un tatuaje en el pecho que decía “DO NOT RESUSCITATE”,(No resucitar) y la firma del hombre debajo.
Confundidos con este tatuaje, los médicos optaron por ignorar la aparente Orden de No Resucitar (DNR), pero cuando alertaron al equipo de ética del hospital, este tenía una opinión.
El hombre inconsciente y con un nivel elevado de alcohol tenía antecedentes de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, diabetes y frecuencia cardíaca irregular.
El paciente llegó al hospital sin identificación, el personal médico no pudo contactar a los parientes más cercanos y los esfuerzos por reanimar o comunicarse con el paciente fueron inútiles.
El personal médico no tenía forma de saber si el tatuaje era los deseos del hombre, por lo que desconocían que hacer.
“Inicialmente decidimos no honrar el tatuaje, invocando el principio de no seguir un camino irreversible en caso de incertidumbre”, escribieron los autores del caso médico en la revista New England Journal of Medicine.
Los médicos hicieron todo lo posible por mantener vivo al paciente, pero después de revisar el caso del paciente, descubrieron en el historial del paciente un pedido de DNR extrahospitalario emitido por el Departamento de Salud de Florida, que coincidía con el tatuaje, por lo que decidieron respetar el tatuaje DNR del paciente.
El paciente falleció más tarde esa noche sin haberse sometido a ninguna medida de emergencia por DNR.
Kerry Bowman, un bioético de la Universidad de Toronto, está de acuerdo en que este incidente fue un desafío.
Evitan hospitalización
Aproximadamente el 80 por ciento de los pacientes de Medicare en Estados Unidos dicen que “desean evitar la hospitalización y los cuidados intensivos durante la fase terminal de la enfermedad”.
Las medidas para mantener vivo al paciente suelen ser invasivas, dolorosas y costosas.
Los DNR son una solicitud explícita para evitar intervenciones de alta intensidad como RCP, descargas eléctricas y tubos de intubación.
Más implícitamente, son una solicitud para no acabar conectado a una máquina.
Con información de New England Journal of Medicine