Dos mujeres hicieron ejercicio en casi nada más que pintura corporal en un intento por ver si otros asistentes al gimnasio notarían sus atuendos, o la falta de ellos.
Las entusiastas del fitness Sarah Reilly y Maria Luciotti, de 30 años, se asociaron con la pintora corporal Jen Seidel para el experimento en un gimnasio en Baltimore, Maryland.
La pintura hacía que pareciera que Sarah y Maria usaban mallas y sujetadores, y era tan realista que muchas personas no lograron darse cuenta.