La Corte Penal Internacional (CPI) fijó el viernes en 10 millones de dólares la compensación para los niños soldados obligados a luchar en la milicia del exjefe de guerra congoleño Thomas Lubanga.
El daño de cada una de las 425 víctimas fue evaluado a 8.000 dólares, es decir un total de 3,4 millones, precisó el juez. La CPI atribuyó 6,6 millones para otras posibles víctimas.
Condenado a 14 años de cárcel, el exjefe de la Unión de Patriotas Congoleños (UPC) fue declarado culpable en 2012 de haber reclutado niños, algunos de los cuales a penas tenían 11 años, y de haberlos utilizado como soldados o guardias de seguridad en 2002 y 2003 en Ituri, en el nordeste del país.
‘Juventud perdida’
El monto de la indemnización causó polémica.
“Hay daños que no se pueden calcular. ¿Cómo calcular una juventud perdida? ¿Eso vale un millón? ¿Medio millón, 100.000 euros, 10.000 euros, mil euros?”, preguntó en una audiencia el año pasado el representante de las víctimas, Luc Walleyn.
Quince años después de los hechos, estos jóvenes que abandonaron las armas, que les habían obligado a tomar, siguen estigmatizados, tienen ideas de suicidio y viven constantemente en el miedo, habían señalado los expertos.
Muchas de las niñas que, como los niños, fueron forzadas a integrar las milicias, volvieron a casa años más tarde, a veces con un hijo en los brazos, fruto de las violaciones que sufrieron, y se encontraron con el rechazo de su familia o de la comunidad.
Fuente: AFP