Su esposo estaba de viaje de trabajo y cada noche hablaban por teléfono. Ella le decía que lo extrañaba mucho y que ya quería que volviera para estar juntos.
Todo iba bien, hasta que él le pidió una imagen para ver cómo estaba.
Ella procuró que fuera una imagen natural. Estaba en su cama destendida, porque supuestamente se acababa de despertar. Pero al analizar la foto el marido encontró algo que le provocó un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo.
Pasaron solo 2 minutos y el hombre la llamó por teléfono, le pidió el divorcio de inmediato y se aseguró de que la mujer no percibiera nada de su parte.
En la que foto se ve claramente a un desconocido escondido bajo la cama.