Hai Chan, una osa negra asiática que pasó 10 años encerrada en una granja y a la que le amputaron las patas delanteras, ha comenzado una nueva vida en un santuario en Vietnam.
Tras ser rescatada en noviembre por la organización global de bienestar animal Four Paws, por primera vez en su vida, el animal disfruta del sol, los árboles, el pasto y el agua.
Cuando fue rescatada, Hai Chan estaba en un estado miserable.
La osa ha pasado de tener un carácter letárgico y desinteresado a ser curiosa y atenta.