“Que venga el amor, la paz, la prosperidad y la abundancia, que se vaya la angustia, la desesperación, el miedo y la miseria”, clama Manuel Valadés mientras rocía un puño de semillas y ahúma con un cigarro una veladora que utiliza en uno de sus rituales para recibir el año nuevo.
Manuel es uno de los santeros que ofrece sus servicios en el Mercado de Sonora de la Ciudad de México, donde en 44 locales se venden “como pan caliente” todo tipo de artículos y objetos esotéricos y místicos que los creyentes buscan para “conseguir” amor, dinero, trabajo y abundancia en el año que está por llegar.