Disfruta la relación sexual y déjaselo saber.
No te involucres sólo por compromiso. Lo cierto es que tu pareja necesita ver que disfrutas hacer el amor tanto como él, que participas activamente y por qué no, también inicias de vez cuando en cuando los preliminares sexuales. Si no te sientes estimulada a los encuentros sexuales con tu pareja y constantemente estas desganada. Probablemente algo podría estar bloqueando tu sexualidad, no descartes la opción de visitar un terapista sexual e indagar más a fondo.
Prueba el sexo espontaneo.
La mayoría de los hombres disfrutan el sexo espontaneo, no siempre tiene que ser en el mismo lugar, la misma posición y un ambiente que invite. ¡Olvídate de lo convencional!
Si estás dando cada vez más a excusas argumentando que debe estar todo o casi todo “perfecto” para el tener relaciones sexuales, ¡cuidado! podrías estar apagando la llama de la pasión. En vez de ello ábrete a experimentar cosas nuevas con tu pareja, en lugares extraños, aprende más de sexo y sus detalles, conviértete en una gran amante y tendrás a tu hombre a tus pies.
Deja los celos por un lado
Admitámoslo, la paranoia que causan los celos mal infundados te lleva a ver a tu pareja como una más de tus posesiones, de modo que lo asfixias con tus figuraciones, inseguridades y una dependencia insana de su presencia. Quizá tengas sentimientos arraigados de temor a la pérdida y/o al abandono y no te estés percatando de lo mucho que esto puede apagar la llama de la pasión cuando lo acosas y te muestras celosa.
Deja de quejarte de tu cuerpo y de señalar imperfecciones físicas.
Es cierto, nuestra sociedad nos bombardea frecuentemente con lo que debería ser el cuerpo perfecto, alta, delgada, cero grasa… de modo que cuando nos miramos al espejo y no coincidimos con ese falso estereotipo de mujer perfecta, nuestra autoestima pudiera ser afectada. La realidad es que el hombre cuando está excitado no piensa en esas pequeñeces, si eres una buena amante el disfrutará al máximo contigo, además te ama tal como eres y lo que más enciende la llama de la pasión no es precisamente el cuerpo perfecto sino la confianza y seguridad que proyectas al al tener sexo, mostrarte deseosa y disfrutarlo con él. Si sueles menospreciar tu cuerpo y señalar los defectos de él, créelo, ¡tu pareja terminara tarde o temprano por coincidir contigo! No porque a él le parezca así, sino porque tú misma se lo has metido en la cabeza.
Pon estricta atención a los hábitos de higiene personal.
Si el exceso de trabajo, los hijos pequeños o la simple languidez te han adormecido esto es una palmada para despertar: piernas y axilas descuidadas, mal aliento, bigote, ropa desalineada, cabello sobre procesado, no desodorante, demasiada comida chatarra en tu dieta, carencia o exceso de maquillaje, uñas de manos y pies en el olvido… la lista podría seguir y casi nadie tendrá el valor de decírtelo, ¡podrían imaginar que es tu estilo! Sabemos que los hombres son estimulados mayormente por lo visual y es muy fácil apagar la llama de la pasión si lo que están viendo es desagradable.