Final Fantasy es hoy una saga que sigue despertando ilusiones en la gente pese a que sus productos dejen mucho que desear, y esto lo dice alguien que está rejugando a Final Fantasy X y que aún quiere probar Lightning Returns en profundidad porque, contrariamente a lo que dicen los medios, sé que me va a gustar. El caso es, que si la saga es tan querida es por juegos como Final Fantasy VI.
Final Fantasy VI empieza con una tormenta, con una música severa y con cuatro rótulos superpuestos a cuatro secciones del juego (en una de ellas aparece el jefe final de refilón, por cierto) que explican que el mundo vive una nueva era de progreso pero que el fantasma de la magia, esa fuerza que llevó al hombre al borde de la destrucción, siempre está presente. Y entonces, tomamos el control de nuestra protagonista. Curiosamente, “tomar el control” es algo literal.