Cuando una persona se enoja su cuerpo genera estrés y esto segrega cortisol; una sustancia que se produce en las glándulas arenales (las que están arriba de los riñones).
Un estudio realizado por la Universidad de Yale reveló que efectivamente enojarte te hace subir de peso. Esto sucede porque el cortisol incrementa los niveles de azúcar en la sangre y eso provoca aumento de peso.
El estrés y el enojo nos hace subir de peso por las sustancias que se liberan al momento de las emociones.