Según una nueva investigación, las personas religiosas no son tan inteligentes como los ateos.
Los científicos afirman que los creyentes han disminuido la inteligencia porque confían en la intuición y no en los hechos.
Según los investigadores, la fuerza de la convicción religiosa está inversamente relacionada con el intelecto.
Liderados por el Imperial College de Londres, se encuestó a más de 63 mil participantes en tareas en línea que midieron la planificación, el razonamiento, la atención y la memoria.
Los participantes indicaron si eran ateos, religiosos o agnósticos (no afirma la existencia o inexistencia de Dios) y completaron un conjunto de 12 tareas cognitivas de 30 minutos.
Los científicos descubrieron que el efecto de la religiosidad era sólido independientemente de la edad, la educación y el país de origen de las personas.
Según los expertos, los agnósticos son más inteligentes que los creyentes, pero menos inteligentes que los ateos.