Rusia quiere volver a proponer a los turistas dentro de unos años salidas al espacio, y espera ofrecerlas a un precio inferior a 100 millones de dólares, con viajes “cómodos”, aseguró este jueves un responsable del sector espacial ruso.
“Debatimos la posibilidad de hacer que los turistas efectúen salidas al cosmos”, anunció Vladimir Solntsev, director de la empresa pública rusa Energia, que concibe y desarrolla vehículos especiales, al diario ruso Komsomolskaya Pravda.
“Los estudios de mercado han confirmado que hay gente dispuesta a pagar por ello […] hasta 100 millones de dólares, afirmó, añadiendo que “para el primer turista quizás será más barato”.
La empresa Energia, que concibe las naves Progress y los cohetes Soyuz que las trasladan a la Estación Espacial Internacional (ISS), está construyendo un nuevo módulo para dicha estación, el NEM, y se dispone a realizar otro similar, el NEM-2, para acoger a turistas, según Solntsev.
Este es “un módulo para 4-6 personas. Tendrá cabinas cómodas, dos aseos, Internet. Será todo lo cómodo que pueda ser para estar en el espacio”, indicó Solntsev.
Entre cinco y seis turistas podrán realizar estas salidas al espacio, durante un máximo de 10 días, según el jefe de Energia, que no concretó fechas.
El turismo espacial es un sector en pleno desarrollo pero de momento es algo exclusivo de empresas occidentales, como la estadounidense Virgin Galactic, que en 2016 desveló su avión suborbital SpaceShipTwo y asegura que ya cuenta con 650 clientes para sus futuros periplos.
En 2009 el fundador del Cirque de Soleil, el canadiense Guy Laliberté viajó en una nave rusa a la ISS donde pasó casi dos semanas.
AFP.