El 30 de noviembre del año 2013 falleció en California Paul Walker, uno de los actores más emblemáticos de la saga Rápido y Furioso. Como todos sabemos, el artista murió en un trágico accidente automovilístico.
Después de su muerte, los peritos informaron que el actor murió instantáneamente cuando su automóvil se embistió, razón por la cual no habría sufrido la incineración del mismo. Sin embargo, ahora las investigaciones revelaron que al momento del incendio el actor estaba vivo.
Así lo confesó el abogado de la familia del actor, Craig McClellan. Si bien se creía que Paul había muerto a causa del fuerte impacto de la embestida, la realidad es que la estrella de la saga murió calcinada. Ello se supo en función de los restos de hollín encontrados en la tráquea del actor en la autopsia.
“Estaba respirando y no fue capaz de salir porque estaba atorado”, afirmó el abogado, recordando que el actor quedó atrapado entre el tanque de gasolina y el motor cuando embistió su vehículo. La familia del actor había demandado a Porsche como responsables del desperfecto que ocasionó el trágico accidente. Sin embargo, en abril de 2016 la Justicia determinó que la firma no incidió en la falla.