Un hombre casi muere después de romperse los nudillos, lo que lo llevó a estar infectado con bacterias que comen carne.
Antoine Boylston, un técnico de servicio de 31 años, se rompió los nudillos en el trabajo, lo que provocó que le amputaran el dedo meñique y lo dejara “luciendo como un zombi”.
La infección le devoró la mano y el codo, causando que su dedo meñique se “colgara” y resultara en que le injertaran la piel del muslo hasta el dorso de la mano.
Después de someterse a operaciones que involucraron cortarse el brazo para evitar que la infección se extendiera, Boylston, quien tenía fascitis necrosante, ahora tiene solo dos dedos funcionales en su mano derecha.
Boylston, de Lexington, Kentucky, ha publicado imágenes de su extremidad infectada durante su recuperación.