La expulsión de Trapp en el tiempo de descuento, con los tres cambios realizados, obligó a Emery a utilizar a un jugador bajo palos
Dani Alves siempre ha dejado instantáneas curiosas.
De forma anecdótica, porque no tuvo que intervenir en ninguna ocasión, pero en la victoria del equipo de Emery frente al Sochaux, correspondiente a los octavos de final de la Copa de Francia, dejó una de las anécdotas de la noche al acabar el encuentro como portero.
Apenas estuvo medio minuto bajo palos, después de que Trapp fuese expulsado tras llegar tarde en una salida. El técnico vasco había realizado los tres cambios, y el brasileño, con la iniciativa que suele ser habitual en él, se acercó al banquillo a por unos guantes y una camiseta de portero. La falta pegó en la barrera y no tuvo que intervenir, y el lance se solucionó sin ningún inconveniente.