Esposa y mamá, Diana Ringo, utiliza corsé durante 23 horas todos los días para mantener su diminuta cintura. Únicamente se la quita cuando se baña o hace ejercicios.
18 pulgadas de cintura
Ringo trabajó como chef durante nueve años en la Marina de Estados Unidos. Comenzó a utilizar corsé hace casi tres años después de perder sus curvas naturales tras el nacimiento de sus gemelos.
En lugar de perder las 77 libras que subió durante el embarazo con una dieta equilibrada y ejercicio, Diana decidió recuperar su figura de “reloj de arena” usando corsés.
Diana comentó: “Cuando me pongo el corsé, me siento tan sexy. Naturalmente, me sentí muy sexy, pero me ayudó mucho más a aumentar mi autoestima, me hace sentir bien. No estaba contenta con mi cuerpo porque era gorda. No hay nada de malo en ser gordo, pero mi grasa no se distribuye de manera femenina. Se distribuye como si tuviera un tipo de cuerpo masculino y no me gusta esa forma”.
Esta mujer tiene más de 45 corsés en su armario para ayudarla a mantener su cintura de 18 pulgadas.
“Cuando no tengo el corsé puesto se siente como cuando te quitas el sujetador. Obtienes un poco de alivio pero al rato quiero volver a colocármelo. En este momento yo peso entre 118 y 120 libras. Mi talla de vestido es de alrededor de 2 a 4, pero tengo que llevar siempre a ajustarlos en la cintura pues me gusta mostrar lo que he logrado”, agregó Diana.
Su esposo, Brett Ringo, de 33 años, oficial de la Marina, tenía preocupaciones iniciales con su estricto entrenamiento con corsé, finalmente llegó a un acuerdo con su nueva imagen y forma de vida.
“Mi familia está dividida entre que está bien y algunos piensan que voy a morir hoy o tal vez mañana”, agregó Diana. Por otro lado comentó que los padres del centro educativo donde estudian sus hijos la miran “mal” ya que muchos piensan que está dando un mal ejemplo sobre lo qué es la imagen corporal.