A la mayoría de los niños de cinco años no les gusta nada más que correr al aire libre con sus familiares y amigos sin ningún cuidado en el mundo.
Pero para Monroe Mills salir a la calle podría matarla.
Monroe, de Nambucca Heads, en el norte de Nueva Gales del Sur, es alérgica al sol y obligada a usar un traje de protección si tiene que aventurarse afuera durante el día y usar juguetes que brillan en la oscuridad cuando juega de noche.
Afectuosamente conocida por su familia como su “pequeña vampira”, Monroe es alérgica a los rayos ultravioleta, lo que también significa que, además de no poder disfrutar del sol sin llevar un traje de cuerpo entero, la niña tampoco puede ir a cualquier lugar con luces fluro sin usar una capa protectora.
Sarah Mills, la madre de Monroe, le dijo a Daily Mail Australia si su hija está expuesta a los rayos UV o si se sobrecalienta, le salen erupciones, se hincha y puede entrar en shock anafiláctico.
Ella experimenta náuseas y vómitos, dolores de cabeza, dolor en las articulaciones y fatiga extrema después de unos pocos minutos al sol.
Monroe es uno de los dos niños en todo el mundo con una alergia al sol tan peligrosa, según su madre.