Con la luna nueva del 15 de febrero China comenzó el año de su calendario oriental, dedicado en esta ocasión al perro, un animal que todavía carece de derechos y protección en el país, pero cuyo uso como mascota -y no como alimento- está cada vez más extendido entre los chinos.
Por ello, este periodo supone una oportunidad para que estos animales ganen derechos que en otras zonas del mundo ya tienen.
“Va a haber mucha gente hablando de perros. Todas las marcas van a tener como protagonista al perro y recibirán mucha atención”, dijo a Efe Chris Lau, fundador de la ONG Think Adoption Shanghái.
En China, a diferencia de otros países, todavía no existe una legislación que proteja a estos animales, cada vez más populares entre la creciente clase media local.