El portero holandés Mark Flekken, del club Duisburgo, equipo de la segunda división del fútbol alemán, cometió un error que pocas veces se ve en un partido de fútbol.
Flekken se olvidó por completo del partido que su equipo le estaba ganando parcialmente por 1 a 0 al Ingolstadt.
La pelota estaba en movimiento, y él le dio la espalda al juego para meterse a su arco a beber agua.
El equipo rival estaba atacando y un defensor del Duisburgo cortó el avance cabeceando el balón en dirección de Flekken, pero este último no imaginaba que su compañero estaba tan distraído que estaba de espaldas.
Para fortuna del arquero, su error no se tradujo en pérdida de puntos para su equipo, ya que el Duisburgo finalmente ganó por 2 goles a 1.