Artistas de la música urbana latina como J Balvin, Nacho y Anitta dijeron que el movimiento #MeToo ha llegado a este género, pero que no se eliminarán las letras que “denigran” a las mujeres hasta que el mismo público femenino demande un cambio y deje de consumir los temas más agresivos.
“Las únicas responsables de que haya un cambio son las propias mujeres”, dijo el colombiano Balvin. “No podemos dejar a los hombres el empoderamiento de las mujeres. Depende de ellas que demuestren de qué están hechas”, agregó.
El debate sobre las letras hiper machistas en la música urbana no es nuevo. Ya en los años 90, muchas emisoras radiales rechazaron tocar las canciones más explícitas del emergente movimiento del reggaetón en Puerto Rico.
En Estados Unidos, ese tipo de contenido provocó que el Congreso legislara sobre la necesidad de agregar etiquetas a los CD con alertas para los padres sobre el contenido de las canciones.
Los artistas del reggaetón tomaron nota y redujeron el contenido extremadamente sexual y agresivo de sus temas con la meta de hacerlo atractivo a todo tipo de público.
La estrategia funcionó y es hoy en día el género musical más exitoso y seguido del mundo.
Sin embargo, la demanda de temas “de la calle” seguía ahí y la respuesta fue el trap latino, que “ha sido imposible de controlar por los nuevos sistemas de distribución electrónica de la música”, según declaró un exejecutivo discográfico que reconoció que las disqueras también han perdido su poder de veto sobre los temas.
“Las redes sociales han democratizado la música. Los artistas experimentan con sus canciones directamente con su público y lo que triunfa es lo que los jóvenes quieren oír”, explicó.
“Lamentablemente, parece que están hambrientos de esas letras groseras que hoy en día cantan tanto hombres como mujeres”, aseveró.
Lo único que importa es que “sean buenos para bailar”, aseguró Mariana Díaz, una estudiante de Administración Internacional de 21 años que se declara la fan número uno de Maluma.
“Yo sé que algunas letras son pasadas, pero nadie se las toma en serio”, agregó la joven que calificó de ridícula la petición de prohibir la canción Cuatro Babys de Maluma, por su letra inapropiada.
Para la cantante brasileña Anitta, cuyo dueto Downtown con J Balvin habla de sexo oral, la forma en la que las artistas femeninas están respondiendo al machismo en las letras es demostrando que las mujeres también disfrutan del sexo y no permitir que se les victimice.
Rechazó que la respuesta a la “cosificación de la mujer” sea el también hacer del hombre un objeto. “Yo solo canto sobre lo que siento y me gusta hacer”, aseguró.
“Si me siento romántica lo expreso, si me siento sensual lo hago. Mi meta con mi música es hacer que nos respeten a todas las mujeres, como queramos ser. Sensuales o no, besando a uno o besando a seis”.
El mismo punto de vista lo defendió Becky G, cuyo tema Mayores, con el artista puertorriqueño de trap Bad Bunny, fue censurado en la televisión española el pasado mes de noviembre.
La artista mexicana-estadounidense fue más allá al asegurar que el machismo está en la sociedad.
“Hay muchas canciones muy sexys en la música en estos momentos, pero las cantan hombres. ¿Despacito habla solo de bailar? ¿O qué dice Enrique Iglesias al cantar, ‘Solo en tu boca yo quiero acabar’? Ahora que una mujer cante lo mismo que ellos es un problema para algunas personas”, declaró.