A lo largo de nuestra infancia tuvimos muchos inspectores que a través de la pantalla chica nos emocionaban con sus aventuras. Como olvidar al inspector Gadget, a Kojac, Sherlock Holmes, sin embargo uno de los más emotivos e inolvidables es el inspector ardilla.
El Inspector Ardilla fue una serie de dibujos animados de Hanna-Barbera que debutó en 1965 y que nos contaba las peripecias de una ardilla espía y su fiel compañero. Cada capítulo era un corto de 10 minutos donde veíamos como se parodiaban el mundo de los espías secretos que estaba muy de moda por las películas de James Bond.
La serie del Inspector Ardilla era presentada en bloque con otras series como Brujilda y La Hormiga Atómica. La serie duró un total de 26 episodios en 2 temporadas.
El Inspector Ardilla que se llamaba Agente 000 servía como agente secreto bajo las órdenes de su superior “Doble-Q.” El Inspector era asistido en sus aventuras por su fiel compañero Morocco Topo que usaba un fez y lentes. La pregunta que yo siempre me hacía era como Morocco Topo podía conducir el carro del Inspector Ardilla si sus pies no llegaban a los pedales del freno y acelerador.
La pareja combatía el crimen usando el engaño y una variedad de artefactos de espías, incluyendo un bastón ametralladora, una colección de pistolas dentro del abrigo del Inspector y una variedad de artefactos escondidos en su sombrero (el cual casi nunca se quitaba). El archienemigo del Inspector Ardilla era Yellow Pinkie, que era una parodia de Goldfinger y Sidney Greenstreet en la película de James Bond El Halcón Maltés.
En los años 90 se creó una nueva serie de dibujos animados del Inspector Ardilla la cual a pesar de estar bien hecha gráficamente no tuvo tanto éxito como la original de los años sesentas y ochentas.