Una madre de cuatro hijos convirtió su placenta en un batido, y se lo dio a su esposo y a su hijo de tres años por los beneficios para la salud.
Jay Woodall, de 33 años, de Fleet, Hampshire, tiene cuatro hijos, Logan, nueve, Demitrius, seis, River, tres y tormenta, siete meses, con su marido Jon, de 34.
La mujer siempre soñó con reutilizar su placenta, pero perdió su oportunidad con sus dos primeros nacimientos, pero encontró una solución a tiempo para sus dos partos más recientes.
Ella pagó 34,27 euros para que su placenta cruda se convierta en licuados, y todo lo le sobró se deshidrató y se convirtió en píldoras, lo que le costó un poco más 171 euros.
Woodall relató que: “Es una reacción extraña, algunas personas piensan que es un poco asqueroso, no muy apetitoso”, y confeso, incluso tenía su cordón umbilical deshidratado y convertido en un logotipo de ‘Love’ de recuerdo.