En otras noticias de varones alfa, un hombre en Nueva Zelanda fue atacado por un tiburón, pero en medio del ataque decidió pelear con él, afortunadamente cargaba un cuchillo y lo apuñaló hasta ganar la batalla. Luego nadó a la orilla, se cosió las mordidas de varios centímetros y se fue a tomar una cerveza a un bar para festejar.
El neozelandés James Grant, médico de profesión, nadaba en el mar con sus amigos cerca de la Bahía Colac en el sur de Nueva Zelanda, cuando un tiburón decidió atacarlo.
El médico de 24 años, recién egresado, nadaba en aguas poco profundas, tal vez de unos 2 metros de hondo, cuando sintió un tirón en su pierna. En ese momento, señala, pensó que era uno de sus amigos, queriéndole jugar una broma.
“Miré hacia atrás para ver quién era y quedé sorprendido”, dijo a Radio New Zealand. No vio bien el tiburón y no supo de qué tamaño exactamente era por las aguas turbias, agregando que debió tener unos 20 cms de ancho en la quijada. Pero no tuvo miedo.
“Pensé, diablos, ahora tengo que quitarme esto de encima”, dijo. Debido a que estaban pescando con lanzas, traía un chuchillo en la mano y empezó a apuñalar al tiburón.
“No estoy seguro de qué tan efectivo fue. Supongo que fue por eso que me dejó ir, seguro que le di unos cuantos buenos golpes”, señala.
Después de eso, rápidamente nadó a la orilla donde se quitó el traje de neopreno que le había prestado un amigo y vio que tenía mordidas de 5 cms de largo.
Él mismo se cosió con un botiquín de primeros auxilios que siempre carga en su auto y luego él y sus amigos se fueron al bar Colac Bay Tavern, donde le dieron unas vendas porque estaba ensuciando el piso con sangre.
La sutura fue terminada más tarde cuando fue al hospital Invercargill, cuando regresó al trabajo el lunes.
“Hubiera sido grandioso haberlo podido matar porque había una competencia de pesca en el bar al que fuimos”, dijo Grant a Stuff.co.nz. “Estoy muy agradecido a final de cuentas de todavía tener mi pierna, cuando las heridas sanen, seguro que regresaré al agua”.