Ocurrió en un puente de la Turnpike de Pensilvania y nadie se había dado cuenta hasta que un oyente de NPR, la Radio Pública, reportó el incidente.
Jason Farabaugh agarró su celular y tomó varias fotos cuando se dio cuenta que dos cabras estaban una frente a la otra atoradas en la cornisa de un puente en una zona rural de la Turnpike de Pensilvania sobre el río Mahonig.
Minutos después las posteó en su Facebook y luego mandó un link al correo de National Public Radio (NPR) para reportar la situación.
El periodista Marc Silver lo leyó e instantáneamente se dio cuenta que había una historia que contar.
Según se lee en su nota, las dos cabras se escaparon de un corral cercano y decidieron explorar los alrededores. De alguna forma encontraron la forma de encaramarse en la cornisa de la estructura, algo que disfrutan por instinto estos mamíferos domesticados.
Una vez llegaron a la primera columna del puente, la que iba adelante -la marrón- se dio cuenta que no podían seguir. Por ello, como pudo, logró darse la vuelta para desandar el camino andado. Pero su compañera -la blanca- no se atrevía a darse la vuelta y el instinto de ambas las mantuvo dándose de cabezasos, atascadas y lejos de la vista de alguien… hasta que Jason Farabaugh se dio cuenta.
Una vez reportaron lo que ocurría al Departamento de Transporte de Pensilvania, una grúa disponible fue enviada al lugar para internar el doble rescate.
“Fue mi primera extracción de cabras”, dijo a NPR Steve McCarthy, ingeniero civil para inspección de puentes del departamento.
Al principio la cabra blanca no estaba cooperando, pero como pudieron la sujetaron entre los dos operarios de la grúa y lograron colocarla en la cesta junto a ellos. Como la marrón ya estaba en la dirección correcta solo la golpearon con un bastón para que saliera de la que se había convertido en su propia trampa.
La blanca fue entregada al hijo del dueño.