Algunos optaban por conseguir revistas, otros más ponían el canal de las conejitas y trataban de burlar la mala señal, todo era válido en aquellos tiempos. Ahora todo es más sencillo, y esta graciosa historia nos lo evidenciará.
Una madre se enfureció al descubrir que su pequeño de 11 años veía películas para adultos. Probablemente no le molestó la hazaña, sino que tuvo que pagar casi 700 dólares por películas que su engendro, Boo, había ordenado.
La mujer estaba muy enojada, y escribió en un grupo de chat donde estaban su madre, su tía y su prima, para desenmascarar al chiquillo alfa. La prima en cuestión, Deneka, encontró todo este problema bastante gracioso, y nos hizo el favor de compartirlo al mundo junto al hashtag #TeamBoo.
Daneka explicó que la mamá de Boo les estaba platicando de un nuevo restaurante donde había ido a comer. Estando ahí decidió pagar su cuenta de cable con el teléfono y vio que eran casi 700 dólares de deuda.
Obvio, esto la sorprendió, así que comenzó a revisar la factura y descubrió que alguien había cargado 290 dólares de películas para adultos a su cuenta a nombre de su hijo de 11 años.
La mujer se enfureció tanto que no esperó a que su hijo llegara a casa, fue por él hasta la escuela. “Mi madre odia que los chicos sean reprendidos con nalgadas cuando hacen algo malo, así que intentó calmar a mi tía, pero a mi me resultó gracioso, por eso la comencé a molestar”, dijo Daneka en Twitter.
Pero lo más gracioso, según esta chica, es que él chiquillo compró películas para adultos, ¡cuando todo está en internet de manera gratuita!
Como sea, lo hecho, hecho está y, aunque en un principio Boo negó haber comprado los filmes, terminó aceptando su error diciendo “sólo quería ver unas películas”.
Como castigo, el chiquillo tuvo que limpiar la casa entera; barrer, trapear y fregar los platos, lo cual le pareció desgastante, se ofendió y se encerró en su cuarto, lo que quiere decir que está castigado por lo que le queda de vida…