Hartos de ver películas sobre atracos, la serie de Álex Pina rompe con todos los clichés y plantea un nuevo enfoque en el argumento
1. Un atraco más, pero como nunca lo habíamos vivido
Desde ‘La jungla de asfalto’ (1950), pasando por ‘Ocean’s Eleven’ (2001), hasta ‘Ahora me ves’ (2013). Los atracos siempre han sido un tema recurrente en el cine y el público aún no se ha cansado de experimentar junto a los personajes la aventura a la que se arriesgan. Sin embargo, tras tantas obras con esta temática, los directores se encuentran con dificultades a la hora de aportar originalidad.
2. Personajes: ¿Quiénes son buenos y malos?
Mientras que desde la aparición del cine, las películas diferenciaban claramente entre “buenos” y “malos”, cada vez vemos más obras cinematográficas en las que el espectador oscila entre unos personajes y otros. Nada más lejos de la realidad, ‘La casa de papel’ plantea una ambigüedad moral en la que el público es capaz tanto de empatizar como de odiar a todo el reparto. Tokio, Nairobi, Berlín, y todos los demás llenan el argumento de giros y sorpresas inesperadas.
3. ¿Una reflexión política?
Según el creador de ‘La casa de papel’, Álex Pina, la serie conecta con los habitantes de países que están sufriendo la crisis económica. Para Pina, los personajes que atracan la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre tienen un “componente casi antisistema” que hace alusión a la decepción de la sociedad con el Gobierno y los bancos centrales. De hecho, en Le Monde, el destacado periódico francés, catalogaban a la serie como una “alegoría a la rebelión”.
4. La primera serie sobre un solo atraco
En un panorama en el que, como destacábamos antes, las ficciones sobre atracos están más que vistas, el hecho de experimentarlos a través de una serie en lugar de una película, ya ofrece un gran foco de originalidad. El primer capítulo de ‘La casa de papel’ se vive con la misma tensión como si se tratara de una sola obra sin seguimiento, en la que, de hecho, incluso a veces se nos olvida que no es una película. La serie cuenta con una inmensa profundidad en cada capítulo que genera adicción y expectación ante el siguiente.
5. Para aquellos que siguen afirmando que “el cine español es malo”
‘La casa de papel’ no tiene nada que envidiarle a algunas de las obras americanas de las que podemos ver en Netflix. Según Natalia Martos, periodista en El País, “la serie ha brillado en los aspectos técnicos con una dirección sobresaliente”. Además, reconoce que la serie es una de esas que está “tratando de aportar algo nuevo a la ficción televisiva made in Spain“.