Abrumado, desesperado y sincero, Peter se aferra a Tony suplicando: “no me siento muy bien, señor Stark, no me quiero ir… lo siento”. Breves palabras que describen la triste y tormentosa despedida de un adolescente que es un héroe.
Lo que llama la atención es que esa montaña rusa de sentimientos experimentados durante el final responde y reacciona a la interpretación de Holland que conecta con el público de maneras en las que otros films de superhéroes no habían logrado. Tal actuación no fue parte del guión, sino más bien un destello de genialidad por parte del actor Holland.
https://gph.is/2HKfoiP
Las instrucciones de los hermanos Russo, directores de la película, fueron específicas y escuetas: “Tom, escucha, Spider-Man no quiere morir”.
Fue su apego al cómic y la mismísima naturaleza del superhéroe en papel la que impulsaron esta actuación fantástica.
Fuente: Vix.