Disfrutar de esta actividad tan amorosa dejando los complejos a un lado, los hará muy felices a ambos. Ademas es una actividad muy íntima, pero no por eso tiene que ser siempre individual.
No es necesario que tengan un jacuzzi en casa (aunque en los hoteles sí hay y puede ser muy divertido), pero es suficiente con tener un pequeño espacio, una regadera y jabón.
Eleva el romanticismo
Mejora la comunicación
Es un espacio completamente libre de distracciones, ahí sólo son ustedes dos, disfrutando con sus cuerpos, no hay nada más íntimo. No hay interrupciones, no hay televisión, no hay niños, no hay teléfono móvil, ¡Todo es perfecto!
Incrementa la confianza
El hecho de mostrar sus cuerpos desnudos sin ningún pudor incrementará la confianza y la aceptación entre ustedes, por su puesto el amor también se ve fortalecido.
Sube la autoestima de ambos
El hecho de que tu pareja disfrute de tu cuerpo tal y como es, y tú disfrutes del suyo eleva mucho el amor propio. Sentirse aceptados y amados genera mucha felicidad.