Cartagena de Indias celebra su cumpleaños 485 en medio de la más profunda crisis de gobernabilidad en su historia reciente, que ha derivado en la posesión de diez alcaldes en los últimos seis años.
El pasado 25 de mayo el Tribunal Administrativo de Bolívar suspendió provisionalmente, dos semanas después de su posesión, la elección popular como alcalde del conservador Antonio Quinto Guerra al fallar una demanda interpuesta en su contra por la Procuraduría General.
La aspiración de Guerra por llegar al Palacio de la Aduana inició el pasado 31 de octubre de 2017 cuando el entonces alcalde de la ciudad, Manuel Vicente Duque, renunció a su cargo desde la cárcel para dar paso a un gobierno de transición y la disposición de nuevas elecciones en la ciudad.
Duque, junto a un familiar y varios de sus funcionarios más allegados, fueron encarcelados por un juez que los acusó de tejer una red de corrupción en Cartagena y por su supuesta participación en la repartición de dinero y cargos públicos.
La “heroica”, como se le conoce a Cartagena de Indias por las numerosas defensas que los patriotas hicieran frente a los constantes asedios de piratas europeos, fue fundada por el conquistador español Pedro de Heredia el 1 de junio de 1533.
Mayormente poblada por descendientes de africanos que llegaron como esclavos, la ciudad atraviesa además por problemas sociales generados por una notable desigualdad social, principalmente en las zonas adyacentes al centro histórico.
Sobre esto, el gobernador de Bolívar, Dumek Turbay, explicó a Efe que Cartagena está “sometida a retos y desafíos enormes: el desarrollo social, la equidad y la justicia social”, los cuales aseguró son “la primera obligación que tiene la ciudad con sus ciudadanos”.
“La riqueza va a un ritmo y la lucha contra la pobreza va a otro, que no es el adecuado para una metrópoli como esta”, agregó Turbay, quien destacó que la economía de la ciudad en lo relacionado con “la actividad portuaria, industrial y turística crece a un buen ritmo”.
De igual forma, señaló problemas cuyas soluciones “no admiten más demora” en áreas como la inseguridad, salud, movilidad, microtráfico y prostitución, que se ha incrementado por la diáspora de venezolanos que llegan a la ciudad.
Además de estos factores, que han hundido poco a poco a una de las ciudades más turísticas del país, se suma la falta de sentido de pertenencia de los ciudadanos, a quienes la directora ejecutiva de la Sociedad de Mejoras Públicas de Cartagena, Elizabeth Campillo, les pidió “cuidar, querer y amar” la ciudad.