Gastar un millón de euros en un vibrador con incrustaciones de diamantes puede parecer increíble.
Pero el diseñador de joyas australiano Colin Burn, que fabricó Pearl Royale en un período de 15 años, quiere cambiar ese sentimiento con la promesa de una herramienta orgásmica muy costosa, pero que “vale la pena”.
“Mi inspiración fue crear algo que muestre el valor que la gente le da al sexo”, dijo Burns a The New York Post.
El juguete sexual de alta gama está cubierto con dos mil diamantes, una colección de zafiros azul marino y diamantes rosados ”muy raros”, todos ellos colocados con precaución para evitar cortaduras.
El precio de este artefacto es de al menos 1,54 € millones convirtiéndolo en el juguete sexual más caro del mundo.
Con un peso de menos de un kilogramo, la potencia del objeto tipo cetro se desbloquea con una llave de platino en la base.
Burn está actualmente de gira por los Estados Unidos en busca de un galerista dispuesto a mostrar el diseño, así como de otros que ha creado.