La erupción del volcán de Fuego, el flujo de materiales piroplásticos y la topografía de la zona aledaña a la aldea El Rodeo, Escuintla, fueron algunos de los elementos que provocaron la muerte, oficialmente por ahora, de 25 personas muertas.
La tragedia, que comenzó a media tarde dejó además como resultado 46 heridos, más de 1 millón 700 mil afectados; 3 mil 265 evacuados y 1 mil 364 albergados.
Para conocer detalles relacionados con la actividad volcánica, el programa A Primera Hora conversó por la vía telefónica con Gustavo Chigna, jefe de la Sección de Geofísica, del Instituto Nacional de sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).
Ingeniero Chigna, ¿cuál es la evaluación que han efectuado sobre la actividad del volcán de Fuego?
El volcán ha continuado con explosiones moderadas, columnas de ceniza y hay bloques que están en la orilla de cráter, que generan pequeñas avalanchas, que descienden por la barranca Las Lajas. Eso ha ocasionado alarma, porque es donde se registró la desgracia.
Los remanentes de los flujos piroplásticos podrían tener temperaturas mayores a los 100 grados centígrados y eso provoca que haya quemaduras en algunas personas. Además, como estamos en temporada de lluvia, se podrían genera ácidos sulfúricos que pueden irritar los ojos. Estamos en una situación de riesgo.
¿Podría haber riesgo de quemaduras de los pies?
Recordemos que los flujos pritoplásticos bajaron a 600 y 700 grados centígrados y en la barranca alcanza grandes temperaturas. A un metro de profundidad podrían estar a más de 100 grados aún.
¿Qué significan los retumbos?
Estamos dentro de una actividad que vuelve a la normalidad. Los retumbos son característicos del volcán de Fuego. La erupción de ayer fue grande y el cráter está muy abierto y se dan retumbos más fuertes. Además hay que tener cuidado porque las barrancas están llenas de flujo.
Las barrancas han llegado a tener 70 metros de profundidad y más de 150 metros de ancho, las cuales van a ser vaciadas por las lluvias durante el año. Hay que tomar en cuenta que pueden afectar poblaciones en la parte baja, ya que los lahares no tienen un cauce definido.
Además, en el volcán no hay puentes hay material que se mueve en las barrancas y las personas que se mueven por Siquinalá, Escuintla, y que regresan en la tarde, deben tomar en cuenta eso para evitar problemas.
Es un peligro permanente
Todas las personas deben tomar en cuenta que están en campos de mucho peligro. Puede haber, incluso, correntadas en seco, alguna explosión secundaria dentro de los flujos. Además, los flujos depositados están a altas temperaturas que expelen aires que podrían causar daños respiratorios.
¿No es suficiente utilizar mascarilla?
No es suficiente. La ceniza de los flujos es muy fina y es fácil de respirar y eso puede causar muchos problemas respiratorios. Hay que tomar precauciones por la tarde y noche, porque por la lluvia se pueden levantar más gases.
#AHORA | Se escuchan retumbos desde el #EUVolcánDeFuego, cuerpos de socorro ordenan evacuar la zona ante la posibilidad de una nueva erupción. #VídeoEU 🎥: @JCChanta_EU pic.twitter.com/uNvhaK3uq6
— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) June 4, 2018
Los vecinos dicen que no se tomaron medidas preventivas y que por eso ocurrió la tragedia
En los boletines anteriores dijimos que los flujos podrían bajar por cualquiera de las siete barrancas. Bajan a grandes velocidades. Lo que estamos en shock es porque en el caso de Las Lajas el flujo de piroplásticos no debió haberse salido de la carretera. En otras ocasiones, como en 1974 o 1999, esos flujos llegaron al río pero no a rebalsarse como ayer.
¿A qué obedece eso, según usted?
Hay que ver que esta vez la barranca estaba llena. El puente fue una barrera y había un canal donde los camiones se meten a sacar material, y eso hizo que los flujos tomaran otros rumbos.
¿Hay más comunidades en peligro?
Hay una comunidad a la que hay que ponerle atención por los lahares: Las Palmas, cerca de Siquinalá. Desde el año pasado comenzaron los desbordamientos de los lajares en esa zona. También hay que tomar las precauciones con aldeas que están cerca de los ríos. Es una situación grave por el descenso de los lahares.
Además, se recomienda no acercarse a ver el descenso de los lajares porque eso causa que haya más resultados negativos.
Ahora el paisaje está completamente cambiado. El hotel La Reunión esta totalmente destruido, hay comunidades afectadas, no hay un solo árbol de pie en el sector.
¿Cuánto podría prevenirse un episodio como este?
Estamos alertas, pero esta erupción fue brusca e inició con explosiones y flujos piroplásticos. En otras ocasiones hemos podido dar alertas por erupciones. No podemos decir cuál es la potencia de estas, pero sí saber que hay erupciones.
Esta erupción fue la más fuertes desde 1974
En 1974 fue una erupción muy grande. San Pedro Yepocapa, Chimaltenango, llegó a más de metro y medio de ceniza. No habíamos tenido una erupción donde bajaran flujos en cinco barrancas.
¿Hay peligro de inhalar gases?
Es relativo saber cuánto tiempo puede pasar un rescatista inhalando el aire en el lugar. Lo que debemos tomar en cuenta es que al comenzar a bajar de nivel los lajares, la barranca será más honra y habrá bastante emanación de gases. Incluso podría darse lluvia ácida debido a la erupción de ayer.
¿Qué sectores serán afectados?
Estos afectan la Costa Sur. En los ríos Guacalate, Achiguate y Pantaleón podría haber asolvamiento y podría haber problemas de inundaciones en algunos sectores como en Puerto San José, porque el sedimento es muy fino.
¿Habrá crisis en la agricultura?
A cinco o 10 kilómetros alrededor del volcán de Fuego vamos a tener problemas, ya que ayer, debido a la cantidad de ceniza se genera una lluvia ardiente que quema la milpa y otros arbustos. Ahora también la cantidad de ceniza quebró cafetales y árboles en la zona.
¿Qué escenarios se plantean en el corto plazo?
Estamos monitoreando el volcán en el Obsevatorio cercano. Estamos monitoreando los volcanes Fuego, Pacaya y Santiaguito que también están activos. Esperamos que el Fuego disminuya en su actividad.
¿En qué ayudan los drones?
Es una herramienta importante. Desgraciadamente, la institución (Insivumeh) es pobre y no podemos tener un dron, que sería esencial. Nosotros Tenemos que caminar por horas, exponiéndonos a muchos peligros para observar la cantidad de depósitos dentro de los barrancos.
¿De qué depende para que se suspendan las tareas de rescate?
Nuestro principal monitoreo lo hacemos por estaciones sísmicas. Ese es el principal premonitor de una erupción. Tenemos contacto con Conred y personas en el área que pueden alertar, si vemos que la actividad del volcán se incrementa.
Eso está en el protocolo de Insivumeh o Aeronáutica, donde nosotros alertamos de una reactivación o de algo anormal.
¿Podría empeorar el cuadro la lluvias?
Ese es nuestro principal miedo. No hemos dormido… a estas horas nos tiene muy preocupados las consecuencias que vamos a tener en las próximas horas o días.
Los lahares pueden causar más daño que los flujos piroplásticos, porque pueden arrastras bloques de casi 40 metros por largas distancias.
¿Qué son los flujos priplásticos?
Los flujos son nubes de gases con materiales pulverizados que bajan a grandes velocidades, a 600 y 700 grados centígrados, a casi 60 kilómetros por hora. La acción del agua es el principal motor que se hace una mezcla de origen volcánico. A medida que desciende se adhiere más material por la barranca.
Los lahares más grandes son los primeros. Pero también hay bloques grandes, hay árboles y materiales que son arrastrados en la barranca.
¿Y la lava?
Con el volcán Pacaya vemos flujos de lava. También se dan en el de Fuego. Antes de la erupción tuvimos una columna de lava de mil metros de longitud, pero éstas no avanzan mucho, no representan peligro. El peligro es el flujo de piroplásticos.
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