Antes de su muy esperada cumbre de la semana próxima con el líder norcoreano Kim Jong Un, Donald Trump estará este viernes y sábado en Canadá donde tendrá una tensa confrontación con sus aliados del G7, indignados por los nuevos aranceles estadounidenses.
Los dirigentes del “Grupo de los Siete” serán recibidos por el primer ministro Justin Trudeau en La Malbaie, una pintoresca y pequeña ciudad de Quebec, en un gran hotel a orillas del río San Lorenzo.
El ambiente se caldeó antes del comienzo de la cumbre. A las críticas cada vez menos veladas de Trudeau y del presidente francés Emmanuel Macron, quien se encuentra en Canadá desde el miércoles, Trump replicó el jueves con unos tuits lapidarios.
“Por favor díganle al primer ministro Trudeau y al presidente Macron que están cobrando aranceles masivos a Estados Unidos y creando barreras no arancelarias”, escribió el mandatario estadounidense, precisando que espera “ansiosamente verlos”.
También desacreditó a un “indignado” Trudeau, haciéndole recordar el “cerca de 300%” de tasa aduanera que impone Canadá sobre la leche.
En otro tuit dirigido a la Unión Europea y a Canadá, Trump arremetió nuevamente: “Levanten sus aranceles y barreras o lo haremos mejor que ustedes”, escribió.
La recepción será fría: los cuatro europeos, Emmanuel Macron, Angela Merkel, Theresa May y Giuseppe Conte, decidieron reunirse poco antes del comienzo de la cumbre con el fin de hacer notar su impaciencia ante las amenazas de guerra comercial del presidente estadounidense.
El objetivo, según el presidente francés, es convencer a Trump de no aplicar los aranceles recientemente impuestos sobre el acero y el aluminio. Pero el magnate se ha mostrado insensible a las críticas, y amenaza al resto del mundo con imponer mayores tasas.
“Trump puso en práctica sus compromisos de campaña, tiene un carácter previsible”, dijo Macron. Que sin embargo espera persuadir al dirigente de que “la guerra comercial no es buena para nadie”.
“Estoy convencido de que Europa mantendrá su unidad y la mantendrá todo el tiempo que se extiendan estos temas”, afirmó, prometiendo hacer un frente común.
Resta conocer hasta dónde irá Japón, que intenta por su lado no ser marginado de las negociaciones entre Washington y Corea del Norte; así como el nuevo gobierno populista italiano y Alemania, más expuestos a represalias comerciales que los otros países europeos.