La selección brasileña impuso una norma a sus futbolistas para poder practicar sexo en sus momentos de relajación que no admite discusión. Bajo ningún concepto podrán llevar a sus parejas a sus propias habitaciones y deberán reunirse con ellas, así como con otros familiares y amigos, en los espacios reservados con los que contará su hotel, pensados específicamente para sus encuentros.
La misma opinión del cuerpo técnico y médico de la selección brasileña la tiene la mujer del guardameta portugués Rui Patricio, la psicóloga y sexóloga Vera Ribeiro, quien recomendó que se practique el sexo porque, según su experiencia profesional, “la abstinencia forzada no es nada positiva”.