Según las Naciones Unidas, alrededor de 640 mil toneladas de redes de pesca perdidas flotan por los océanos de todo el mundo. Las “redes fantasma”, que atrapan desde pequeñas esponjas marinas hasta delfines, tortugas y ballenas, son altamente peligrosas para la fauna acuática.
Las redes de pesca abandonas contaminan arrecifes y suelos marinos conformando el 10% de toda la basura oceánica.
Los daños causados por el material extraviado pueden prolongarse en el tiempo, ya que estas redes no se descomponen porque están hechas de nailon resistente. Puede permanecer cientos de años atrapando a peces, crustáceos, langostas, cangrejos y cualquier organismo que a su vez se convierta en cebo para otros peces.
Liberan a una tortuga marina atrapada mortalmente en unas redes de pesca.?? ??? pic.twitter.com/l1kShdqYQv
— Enrique Coperías (@TapasDeCiencia) 12 de julio de 2017
La ONU está trabajando para crear directrices que marquen las redes y así poder identificar a sus dueños cuando éstas se extravíen.